Visita, quizás, el pueblo más bonito del mundo de la mano de nuestra guÃa 100% local: casas blancas, callejones empedrados, historia, hippies, dulces y DalÃ.
Hasta no hace mucho, la única conexión de sus habitantes con el resto del mundo fue por mar, ya que las montañas de alrededor dificultan su acceso. Es por ello que algunos escritores hablan del pueblo como si de una isla se tratara. Pero… ¿cómo ha permanecido un pueblo tan aislado durante tanto tiempo?
Visitaremos en primer lugar uno de los edificios más emblemáticos de Cadaqués, el Casino. Es un lugar muy auténtico, en el que se junta la gente local para charlar y pasar el rato. Seguiremos avanzando por el paseo marÃtimo, hasta llegar a una pequeña plaza en la que, desde hace algunos siglos, producen y venden unos dulces tÃpicos únicos en el mundo. ¡Están deliciosos!
Desde este punto continuaremos adentrándonos en el pequeño centro histórico de Cadaqués. Calles estrechas, casitas blancas y ventanas azules, ¡es un pueblo de ensueño! Cuesta arriba, llegaremos hasta la Iglesia de Santa MarÃa, que corona el pueblo. Haremos un breve descanso para admirar las vistas panorámicas y tomar un poco el aire. A continuación, iremos bajando poco a poco y pasaremos por el barrio que tanto gustaba a Salvador DalÃ, Port d’Alguer.
Volveremos en dirección al punto de inicio por el Paseo MarÃtimo y llegaremos hasta la Casa Blava, una mansión modernista en primera lÃnea de mar, valorada en más de 4 millones de euros. Acabaremos cerca de allÃ, en una pequeña calita, para despedirnos disfrutando de las mejores vistas del pueblo.